sábado, 24 de mayo de 2008

16.000 kilómetros

Sé que extraño
cuando encuentro sus caras por toda BCN
un día, dos, tres
y están,
y me salta el corazón,
pero no son.

Sé que extraño
porque estoy triste estos días
porque volvió la marca en mi frentre
porque hay un abismo de 16.000 kilómetros
que duele
porque lloro.

Como lloro
sé que extraño.

Una vez las lágrimas
me caían de la cara
y se transformaban en hilos de hielo
ahora
se evaporan sin tocar el suelo.

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